En La Vie en Rose, dos voces artísticas distintas—Jomad y Francklin Mbungu—se entrelazan en una celebración de la fuerza interior, la resiliencia poética y la identidad cultural vibrante. Aunque provienen de geografías y medios diferentes, ambos artistas canalizan la alegría, la introspección y el poder de la imaginación en sus respectivas prácticas, invitando al espectador a un mundo donde la belleza se convierte en un acto de resistencia y renacimiento.